...momentos incómodos arriba de un bondi

* No encontrar el boleto: Las veces que sube el guarda son pocas, pero justo cuando sube, no te acordás dónde carajo pusiste el boleto. En el jean tenés 174 bolsillos donde podrías haber puesto ese papelito que te habilita a viajar, estás en la mitad de la unidad y el guarda se acerca... Y cuando llega a vos, seguís sin encontrarlo. Te parás y lo buscás más intensamente, pero más nervioso: todo el mundo te mira como diciendo "el pelotudo este se nota que no tiene boleto", y el guarda no se mueve ni un solo centímetro hasta tanto no le des el pasaje.

* Trabar la máquina expendedora: Hacés la operatoria en forma normal, por más que tu boleto valga un peso, ponés exactamente la moneda de un peso, y no pasa nada. Intentás de nuevo, y de nuevo, y otra vez más...hasta que se traba. Y la gente sigue subiendo y tenés atrás tuyo, en el mismo colectivo, a cinco personas esperando que no pase, pero la moneda no sólo no baja, sino que los que bajamos somos nosotros: la máquina no funciona más y ahora nos tiene que llevar el colectivo que viene atrás. Qué bueno, tenía un asiento seguro y ahora me espera una hora y media de viaje parado al lado de un caballero con un hermoso aroma, mezcla de sudor y chipá.

* Pagar con monedas de cinco centavos: ya es conocido el problema de la falta de monedas. Por ende, hasta las de 1 centavo parecieran valiosas. Pero esto se vuelve dramático cuando tenés que sacar un pasaje de un peso 40 centavos y la mayoría de tus monedas son de cinco centavos. Otra ocasión en la que todos te miran, como diciendo "nene, ¿tenés para mucho poniendo moneditas?". Y bueno..qué se le va a hacer. Pero no deja de ser incómodo.

* La eterna duda de la señora gordita o embarazada: El dilema de los caballeros, el karma del sexo masculino en el transporte público. Se para una señora, o señorita. Vemos que tiene una leve panza, tan leve que nos genera la duda lógica: ¿está gordita o está embarazada? Si está gordita y le cedemos el asiento por creer que espera un hijo, caemos en un error garrafal. Y si es a la inversa, aún peor!!! Aún reconozco no haber encontrado solución para tal problema.

* Las discusiones entre pasajeros: es cierto que uno no debiera meterse, pero suele pasar que dos o más pasajeros suelen pelearse arriba de un bondi. Desde cosas medianamente importantes (falta de respeto, no cederle el asiento a una mujer con un bebe, etc.) hasta por las pelotudeces más increíbles (uno quería pasar antes que el otro para sacar capicúa (?)), la gente arriba de un colectivo también se pelea. Y mientras se escucha y se ve la discusión, se nota en el ambiente una densidad del aire que se corta con una hoja de papel. Quizá todos nos queremos meter y hasta hacer justicia por mano propia, pero la situación muchas veces es tan incómoda, que nos genera quedarnos petrificados antes que incluírse por motus propio en la discusión.